A la hora del almuerzo o de la merienda, muchas veces a los padres se nos acaban las ideas o debido a las prisas variamos poco el menú de los pequeños. Sin embargo, de entre los ingredientes para hacer rico un bocadillo, hay algunos alimentos más sanos que otros, y deberíamos fijarnos en ello, tanto para variar como para no caer en excesos poco saludables.
Si nos centramos en el fiambre y embutidos, los bocadillos más sanos son los elaborados con los productos menos grasos que les aportan proteínas y vitaminas: jamón serrano, lomo, jamón cocido y pechuga de pavo o pollo. Estos fiambres contienen un 10% de grasa o menos.
Otros alimentos adecuados aunque contengan más grasas (sobre el 20%) son embutidos como las salchichas light o el paté bajo en grasas.
Si escogemos salchichas o paté normales, estaríamos en los alimentos menos adecuados, los que constituyen la punta de la pirámide nutricional que vemos más abajo.
En lo más alto de la pirámide se hallan los embutidos menos recomendables por su alto contenido en grasas, y aunque, como se suele decir, una vez al año no hace daño, no deberíamos abusar de estos alimentos en los bocadillos de nuestros hijos (ni nuestros): son la morcilla, el chorizo, el salchichón, la mortadela, la butifarra, el chopped, el salami…
Me alegra ver que estamos escogiendo bastante bien las meriendas de mi hija mayor, pues solemos hacer bocadillos de jamón york, jamón serrano y lomo. También algún día de atún y tortilla.
A pesar de que a mí me pierden todos los embutidos (también los de la cúspide de la pirámide), ella no está acostumbrada a tomarlos, y espero que siga así mucho tiempo (aunque alguna vez ha probado el salchichón y parece que no le hará ascos…).
Como siempre, habremos de fijarnos en la calidad de los productos escogidos, siempre es más recomendable comprarlos al corte que envasados, pues contienen menos conservantes. Echar un vistazo a la composición de los fiambres nunca está de más, pues podremos observar la cantidad de carne (por ejemplo en los bloques de pavo cocido) así como colorantes, grasas y otros componentes.
Esta pirámide se centra en embutidos y fiambres, pero recordemos que un bocadillo se puede enriquecer si, junto a los alimentos que acabamos de mencionar (los más sanos) añadimos queso (fresco o bajo en grasas), tomate, lechuga, aceite de oliva…
Así tendremos los bocadillos más sanos para nuestros hijos, formando parte de una dieta equilibrada.
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